Mis resultados

Como muchos, hemos recibido desde hace años mensajes confusos y negativos sobre empresas que ofrecían dietas milagro, estafas, pirámides, efectos rebote... 

En mi condición de informático y de interesado en la limpieza de la red de internet, tengo una cruzada personal contra todo tipo de leyendas urbanas, noticias falsas o manipuladas, fraudes, pirámides, virus, hoaxes... y contra este tipo de empresas, por lo que siempre busqué los argumentos para desenmascarar todos estos "bichos" de la red para evitar que incautos y crédulos compartan y difundan todo contenido innecesario y perjudicial.

Cuando un familiar muy cercano comenzó a utilizar y a comercializar los productos HERBALIFE se me encendieron todas las alarmas y tras buscar toda la información por la red no saqué nada en claro; no encontré el argumento definitivo para probar que tal vez no era buena opción seguir a esta empresa; así que decidí, "sacrificarme" y probar en mis propias carnes, demostrarle con hechos que los productos "no funcionaban" y que iba a malgastar el dinero.

Mi fórmula era sencilla... usaré los productos del modo que me eran recomendados según mi estudio nutricional que me hizo este familiar próximo (por ende, experta titulada en nutrición antes de entrar en HERBALIFE).  Pero con la única condición de NO ASOCIAR el consumo de productos con ejercicio ni vida activa como recomienda la empresa, ni esforzarme en variar el resto de mis comidas (bastante copiosas, calorícas, y poco saludables sin duda). El razonamiento es sencillo "Si funciona, ha de hacerlo sin elementos externos que enmascaren los resultados".  

Mi peso inicial estaba más allá de los 84 Kg, habiendo excedido mi sobrepeso a índices claros de obesidad. Mi porcentaje de grasa rondaba los 26-27% de mi constitución, con una edad metabólica de... 58 años a mis 46 reales. Mi índice de grasa visceral estaba en 12 (a partir de 13  ya entramos en zona de peligro).  Mi abdomen estaba en 108 cm de circunferencia. Pero es que mi vida sedentaria, junto a mis excesos en azúcares, grasas, sal y alcohol no me llevaban a nada mejor. 

Tras dos meses de experimento... había bajado 6kg y mi porcentaje de grasa llegó a bajar a 22%. Mi abdomen... bajó a 102,5.  Lo más sorprendente fue que antes y después del experimento me hice analisis de sangre y éstos últimos demostraban una notable mejoría de índices.  Ya no estaba obeso pero aún me mantenía en sobrepeso y mi grasa visceral aún estaba a 10, algo encima de lo recomendable, aunque sin duda... estaba funcionando.

Pero claro... un experimento no es fiable hasta que no le das la vuelta. Y fue lo que hice. Volví a cambiar mis hábitos, reduje el consumo de los productos hasta el mínimo, apenas el batido de desayuno y un vasito de agua con té y aloe vera por las mañanas ("mantenimiento" le llaman los de HERBALIFE).  Todo esto durante varios meses entre los que se incluían los de verano (terracitas, playa, noches de gintonics y pizza) y luego los de navidad (ni te cuento...) Muchos días se me olvidaba incluso ese batido matinal.  El resultado fue que mi "rebote" previsto, vaticinado y pronosticado fue... de apenas un par de kilos más en 8 meses y manteniendo la misma circunferencia de abdomen.

En enero de 2016, tras los excesos navideños, y viendo que realmente los productos habían preservado mi salud decidí rendirme a la evidencia.  Ahora vuelvo a seguir las recomendaciones nutricionales, me he formado para poder asesorar sobre estos productos y me ha "picado" el virus del deporte, que acabo de incluir en mi vida desde hace algo más de un mes. Mis resultados a día de hoy -abril 2016-son que estoy en 10Kg menos que cuando inicié el proceso en febrero de 2015, a 17,2% de grasa en lugar de aquellos 26%, una edad metabólica de... ¡¡32 años!!, 15 años menos que mi edad real, y 26 años menos que mi edad metabólica hace un año y una circunferencia abdominal de... 96,5cm desde aquellos 108 y bajando a ritmo de 1,5-2kg cada mes aproximadamente. Mi grasa visceral está en niveles 8 ya dentro de un rango razonablemente saludable y no al arriesgado 12 de mi estudio inicial.

Aparte de una gran mejora objetiva de mi estado físico, mi estado anímico también lo ha hecho. Mejor humor, mejor predisposición para afrontar los problemas cotidianos, la estabilización de mis niveles glucémicos (de azúcar, para hablar coloquialmente en términos que todos entienden) me ha calmado la ansiedad que me provocaba estar comiendo grasas y azúcares a todas horas, cafés, pastas, bebidas azucaradas... 

Ha rebajado los índices de eosinófilos, que son los que mostraban en los análisis de sangre mi rinitis crónica asmática (ha mejorado sensiblemente)

Además, y como efecto colateral, mi piel, reseca, y escamada desde hace décadas, hasta el punto de presentar irritación y eccemas, está totalmente hidratada y mineralizada. 

He abandonado por innecesarios todos los medicamentos antiácidos (bicarbonatos, sales de fruta...) No tengo digestiones pesadas ni esofagitis por reflujo (ardor de estómago). No me apetecen las comidas grasientas, hipercalóricas, ni las pastas azucaradas; ahora si me como alguna es solo por gusto y no por necesidad imperiosa; aunque ya hacía un tiempo que aparqué la cafeína, seguía tomándome algunos descafeinados al día para estar activo, tal vez por efecto del azúcar o por algún efecto psicológico como recuerdo de la época en que me eran imprescindibles para estar despierto; el caso es que tampoco necesito tanto café para estar activo, me tomo uno o dos como mucho al día, a veces ninguno, más por el sabor que por necesidad.